jueves, 11 de septiembre de 2008

Alfredito, otro prócer bien argento

Así parecieran ser las cosas para los grandes medios y el medio pelo porteño. Un muchacho del interior, un pequeño productor que intenta hacer valer sus derechos. El otro día se accidentó en una avioneta y por suerte no se murió. Sería un nuevo prócer al estilo Sarmiento que representa lo que no es.
Como corresponde, todos los medios se lamentaron por su accidente. Pero a nadie se le ocurrió preguntarse cómo hace un pequeño productor para viajar a todas partes en avión. Mientras el verdadero pueblo argentino lucha cotidianamente contra el sistema de transporte privatizado por el menemismo en el conurbano bonaerense, De Angeli suele viajar con la avioneta de un candidato a senador por Recrear, el partido de Ricardo López Murphy, y el Cessna en el que se accidentó pertenece a Horacio Otero, vicepresidente de la Sociedad Rural de Río IV.
El pobre gringo entrerriano parece no ser tal. Dime con quién andás y te diré quién eres.

2 comentarios:

Verboamérica dijo...

Lo interesante es lo que hizo en ese día, antes del accidente...

Organizó una manifestación en Paraná para impedir que el gobierno provincial eleve los impuestos "confiscatorios" a la tierra de 0,05 centavos a 0,80.

Ester Lina dijo...

Al De Angeli lo levantaron los medios. Ésos que creen que aquellos grasitas peronistas, los que apoyan a la presidenta, son los que no saben pensar, por eso los arrastran… no tienen voluntad propia. Le dan un choripán y ahí los tienen: comiendo de la mano de los gordos de los sindicatos.
El periodismo Crítico estaría bien si fuera bien desarrollado por los medios y se ocupara de hacer foco sobre las imperfecciones del sistema. En este país se entiende por periodismo crítico el periodismo que siembra veneno, insidia, cizaña y le miente al lector cada tres por cuatro. No hay en la Argentina el periodismo crítico, ningún medio lo ejerce
En conclusión: Esa gente tiene en común que está colaborando a que una vez más la nueva derecha se instale en el país.
A CFK le toca la lucha por la redistribución. No podrán torcerle el brazo, por más esfuerzo que hagan. Está convencida de que sus objetivos son nobles y no desfallecerá hasta conseguirlos, respetando siempre las normas, las instituciones, pero no cejando para que en este país, luego de tanto tiempo, la voluntad popular tenga su peso. Y esa voluntad popular, mal que les pese a muchos (que son, en definitiva, unos pocos), la puso en el lugar que hoy ocupa para que el cambio siga su senda, para que el modelo de sociedad que nació en el 2003, cuando se salió de la crisis más profunda que vivió nuestro país, adquiera nuevas formas, nuevos logros...
Saludos!!!
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