Cheque en blanco

Los otros días comentaba algunas de las tantas cosas que no me gustan de la radio. Pero para ser justo, ahora quiero contar una que me encanta. Hace años que escucho "Cheque en blanco" (Sábados de 8 a 11 horas por la Rock and Pop) porque es uno de los pocos programas que se sale del pensamiento "políticamente correcto", de la ideología neoliberal imperante en los medios, explica la economía con sencillez y, sobre todo, es muy gracioso. Y más allá de sus posicionamientos políticos es muy injusto que no se repare en este programa que, entiendo, evolucionó el concepto de los programas de actualidad en la radio. Absolutamente desacartonado, "Cheque en blanco" te tutea, tiene una artística fenomenal, un gran sentido del humor, profundas investigaciones políticas y económicas, informes sociales y, sobre todo, cortinas musicales y separadores que son obras de arte en sí mismas. Muchas veces me sorprendí en la calle cantando: "en la frontera te dijeron que no, que ya estaba hecha la revolución" o "un catatónico alcance telefónico" o "mejor andá buscándote una religión, porque de esta no te salva ni Dios" o "te levantarás temprano, poco antes de que den las diez" o el "oh, oh, oh oh, oh oh oh oh" de la sección deportes. Y me muero cada vez que la esposa grita: "pero anotátelo, cuántas veces te lo tengo que decir" cuando se esposo le pide el número de teléfono de la radio.
Nunca los traté, jamás tuve la suerte de cruzar una palabra con ellos, de la mayoría ni sé como son físicamente, pero yo siento como si fueran mis amigos a Julio Leiva, Diego Dominelli, Marcelo Figueroa, Maxi Martina, El Tucu, Barry White, Porcheto y, por supuesto, a Alfredo Zait. Lo mismo sentía con Ernesto Tenembaum, pero bueno, fue una gran pérdida, que en paz descanse.