Según la Agencia Paco Urondo, el dirigente de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, tendría 200 hectáreas de soja. Lo que no tendría nada de malo si no fuera porque omitió decirlo durante sus argumentaciones para votar en contra de la resolución 125. Y además porque sus propios diputados impulsan la aprobación de una ley que impida que los legisladores puedan votar normas que afecten sus propios intereses. En el Congreso serían los casos de Reutemann, De Urquía y varios más en la discusión por la 125. Sería el mismo concepto que se aplica para que un funcionario no pueda tener empresas contratistas que trabajen para el Estado. Un problema que Macri intentó tapar "vendiendo" alguna de sus empresas a su primo.
Pino, por honor a la "La hora de los hornos", decime que no es cierto.
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