jueves, 28 de agosto de 2008

Un cacho de cultura

Durante los años 70, un grupo de intelectuales nacionales hacían furor entre la juventud universitaria argentina. Dictadura mediante, ellos pasaron al olvido. Arturo Jauretche, Raúl Sacalabrini Ortiz, John William Cooke, Juan José Hernández Arregui y tantos otros. Este último escribió varios libros como La formación de la conciencia nacional o ¿Qué es el ser nacional?, entre otros.
Hernández Arregui se ocupó de estudiar la penetración cultural imperialista en nuestro país. Releyendo sus textos (a través de un muy buen trabajo de Carlos Piñeiro Iñiguez, "Pensar el nacionalismo popular desde el marxismo") se me hacen por demás actuales:
"...un manto generalizado de mentiras cubre a la llamada civilización occidental y cristiana. Las mismas informaciones, los mismos alimentos periodísticos científicamente orquestados por un puñado de agencias noticiosas -en su mayoría norteamericanas- son los megáfonos monstruosos de los trusts mundiales que dirigen la economía internacional y congelan la opinión pública en una visión aberrante de la vida. Esta información cotidiana que reciben millones de seres no es más que la pantalla deformante del mundo real interpuestos por los monopolios. El imperialismo económico aparea el imperialismo cultural. El 90% de las noticias políticas, financieras, artísticas, historietas para niños y adultos, son acaparadas por diez argencias noticiosas de ilimitado poder difusor... son fabricas de narcóticos ideológicos, de mercaderías mentales que atrofian en el infantilismo cultural, o en la verdad a medias, a millones de seres en las metrópolis y en las colonias. Nadie está totalmente inmunizado contra esta urdimbre de la propaganda capitalista. De estas invasiones mentales del imperialismo, de esta idiotización pedagógica concentrada que las grandes usinas psicológicas manipulan a fin de inducir a los habitantes de las metrópolis al optimismo más trivial, y a las colonias a mirar lo propio con ojos extranjeros. O sea, con optimismo importado"
"... las metrópolis que centralizan y controlan mundialmente los medios de difusión cultural masiva apuntan con especial e insistente coordinación a esa congelación mental de las capas intelectuales de los países atrasados. El atraso es presentado como atávico y, en todo los casos, intrínseco al país mismo y no como una coacción científicamente ejercida y organizada por el sistema de la vida colonial (eso es, en realidad) por parte de la nación dominante..."
"... la conciencia nacional es la lucha del pueblo argentino por su liberación. En este sentido, el interés por la historia es la conciencia de la libertad como necesidad. Esta conciencia es colectiva pese a que sus formulaciones conscientes surjan de mentes individuales. A esta conciencia han resistido y resisten otras fuerzas... el carácter plurirracial y la división en clases de la sociedad argentina, factores que han ejercido una efectiva influencia a través del sistema educativo de la oligarquía en la visión cultural apócrifa de vastos sectores sobre el país argentino".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

What a great moment of reading blogs.

Anónimo dijo...

Yutarets! kasagad bah!